Son más de ellos que mías, las frases o reflexiones aquí que yo les devuelvo, por ser suyas. Pueden ser el producto de impregnarse de su valentía como preparadores, sicólogos o esa mezcla tan necesaria para hacer que un deportista cumpla el camino marcado. Camino acertado o no, planteamientos retorcidos a base de ir algo más lejos.
Toda competición es velocidad, gana el más rápido en la distancia. Resistencia a la velocidad. La larga distancia no debiera tener un carácter sicológico para superarlas, los entrenamientos para competir en ellas, si, así en cualquier especialidad.
Un planteamiento orientado al caos y la capacidad de poder orientarlo, es el único camino para mejorar de forma sustancial. La competición es el caos al que los rivales te llevan. Tener la capacidad de ordenarlo es la ventaja. Allí donde puedas poner el listón de tu caos, es la parte que puedes aportar al caos de tus rivales, tu baza, el camino a la victoria. La súper compensación, tras un súper caos.
Súper compensación de sentirte mierda en febrero y desear volver.
No estar seguro de uno mismo, las reglas o lo "estudiado" suponen un apoyo adecuado a la forma de hacer. Pero creer en algo diferente, creyendo en la capacidad propia, creyendo en lo que eres, la incertidumbre se convierte en un estado válido, como forma de competir. Una forma de cambiar las cosas? Sin ese "sobre la marcha" interpretado y que adoro, sin esa incertidumbre con la que jugar, es imposible tocar lo desconocido. Este riesgo que me digo, me ha dado más derrotas que victorias, más arrepentimientos que afirmaciones, pero de esa minoría, sólo una. Lo volvería a hacer.