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Control de la voluntad


Control de la voluntad:

1.- CONTROL DE LA VOLUNTAD SIMPLE:

La capacidad de dominar nuestra voluntad de actos físicos, que posibilite poder realizar una sucesión de labores, más o menos complejas, con mayor o menor nivel de esfuerzo físico, en favorable o menos favorable entorno y realizarlo, metódicamente, sin excusas. Pereza sería, de forma simplificada, la antítesis del control de la voluntad simple.

2.- CONTROL DE LA VOLUNTAD INTERNA:

Dominamos la voluntad simple de actos físicos externos, como vestirnos. Dominar la voluntad interna como el flujo de sangre a determinadas zonas del cuerpo, como un buceador en apnea, donde de forma voluntaria o no, desciende su ritmo cardíaco y conduce más oxígeno al cerebro y corazón, es involuntario, supervivencia o consciente superación de una voluntad.

3.- CONTROL DE LA VOLUNTAD EMOCIONAL, SENTIMIENTOS:

Otra forma de ir más lejos con el manejo del control de la voluntad son los sentimientos, la emoción. Cualquier fatiga puede ser llevada más lejos si un sentimiento o una emoción, nos empuja a la acción.

4.- CONCLUSION:

El control de la voluntad simple, la que manejamos a diario todos, se aleja mucho de la capacidad que podríamos tener sobre nosotros mismos, a nivel interno, relajarnos, excitarnos, manejar el flujo sanguíneo a voluntad para acelerar la cura de una herida, anular el dolor de forma consciente lanzando las señales correctas, quizás señales de emoción. El cuerpo se comunica con nosotros lanzando avisos, pero no obtienen respuestas conscientes, todo se basa en mecanismos automáticos que reaccionan paralelos a nuestra consciencia. Se puede eliminar un dolor si la emoción es suficiente, se puede aliviar una lesión si la aceptamos como menos grave, podemos evadirnos de las señales de aviso que el cuerpo nos envía, para seguir adelante, pero no logramos dominar voluntariamente esas señales para tomar las decisiones correctas y acelerar o retrasar procesos que nos ayudarían a su cura. Podemos morir voluntariamente si nuestras metas ya terminaron, pero quizás sería productivo centrar la atención consciente, el control de la voluntad para cicatrizar una herida mientras vemos la tele.

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